Descifrando el misterio del comportamiento animal (10ma. Parte).

Más descubrimientos sobre la conducta de los animales:

Cooper y Zubeck (1958) y Henderson (1968)- notaron el notable mejoramiento en el aprendizaje de laberintos que presentaban las ratas de temperamento opaco cuando se las colocaba en un cubículo lleno con diferentes objetos. En cambio, las ratas seleccionadas por su alta inteligencia, no respondían a este nuevo ambiente.
Grenough y Juraska (1979)- observaron que la crianza de las ratas en un entorno enriquecido por nuevos objetos favorecía el aprendizaje y, a nivel físico, aumentaba el crecimiento de las terminales nerviosas del cerebro.
Wood-Gush y Vestergaard, 1991- hallaron que los cerdos criados en corrales de hormigón también tienden a la búsqueda de nuevos estímulos. Si se les presenta la opción de elegir entre un objeto ya conocido y uno novedoso, estos animalitos escogerán el nuevo elemento. Los cerdos que han sido criados en instalaciones de cemento experimentan una fuerte atracción la novedad: manipulan y muerden los nuevos objetos que estén a su alcance. Es muy común que los cerdos de líneas híbridas nerviosas y excitables muerdan con fuerza las botas y la vestimenta de los criadores. Sin embargo, si se arroja un objeto nuevo en sus corrales, la reacción inicial será de fuga.
Las distintas demostraciones de miedo de los cerdos más nerviosos son: amontonarse unos sobre otros, chillar y hasta pueden llegar a morderse las colas unos a otros. Esta ultima conducta también puede deberse al enojo, cuando los animalitos están hacinados en corrales con piso de hormigón, que les impide desplazarse con comodidad y libertad.

En el caso del ganado vacuno, un mismo elemento introducido en su entorno puede desencadenar distintas respuestas de acuerdo a la manera en que se le presente a la vaca: tomando el caso de un trozo de papel, por ejemplo, si éste se encuentra tirado en el piso, el animal se acercará a lamerlo, pero si, por el contrario, el mismo papel es remontado por el viento, la respuesta será una fuga masiva.
Por su parte, los caballos que son muy reactivos, tienden a morder el comedero o moverse en zigzag cuando son encerrados por largos periodos en establos en los que no les permiten ejercitarse con facilidad.

Continuará…

Foto: 24ur