Atrofia retinal progresiva en perros

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La degeneración progresiva de la Retina o la atrofia retinal progresiva es una enfermedad que afecta a las células de la retina, causando ceguera en el perro. En algunas razas, el origen de la ceguera es dado por el desarrollo anormal de la retina, llamada displasia retiniana.

La atrofia retinal progresiva (PRA) es un proceso lento de la degeneración del tejido retiniano, fondo genético, transmitida por los genes recesivos. Así, en varios países las entidades que monitorean las razas de perros, requieren que se evalúan los futuros portadores y aquellos que tienen los genes para ser esterilizados, como una manera de reducir la incidencia del problema.

Puede afectar a cualquier perro, independientemente de la raza, pero algunas razas presentan mayor propensión para su desarrollo, entre ellos, el Poodle, el Setter irlandés, Labrador, el Akita, Collie, Dachshund, Samoyedo, Cocker Spaniel, Golden Retriever y Schnauzer Miniatura. Otro factor importante y determinada por la raza de perro es la edad en la cual aparece el proceso. Según estudios, los Collies y los Setters irlandeses la desarrollan antes de 1 año de edad. Ya el schnauzer miniatura y el Akita pueden desarrollar a sólo desde los 3 años.

¿Cómo funciona la Retina?

La retina es la capa sensible del ojo. Cuando la luz llega a la retina, desencadena una serie de reacciones químicas que provocan los impulsos nerviosos. El paso de los impulsos a través de las capas de la retina y el nervio óptico al cerebro, es lo que provoca la visión.

En la retina, hay diferentes tipos de células responsables de diferentes ‘tipos’ de la visión. Captar los rayos de luz como los tonos azules, rojos y verdes.  Las barras son ‘pancromáticos’ (capturan todos los colores) y son responsables de la percepción de los contrastes y la intensidad luminosa. Ellos también son responsables de la visión nocturna.

Síntomas

Es una enfermedad que no causa ‘dolor’ con el animal y no provoca manifestaciones externas como enrojecimiento o aumento de la producción de las lágrimas. Por lo tanto, la mayoría de los amos de perros no notan ninguna de las etapas de la evolución de la enfermedad.

Eventualmente, algunos pueden notar un brillo anormal en los ojos de su perro, causada por la dilatación de la pupila, que es incapaz de reaccionar rápidamente a los estímulos.

Los primeros signos incluyen dificultades de visión de noche, que pueden causar un montón de inconvenientes para el perro, que puede “perderse” en su propia casa cuando las luces están apagadas. El primero síntoma generalmente tiene que ver con los tonos de los colores, es decir, los perros comienzan a presentar dificultades para establecer la visión de contrastes y diversidades de la intensidad de la luz.

La única manera de determinar con precisión el diagnóstico es a través de un examen específico de la retina, llamada Eletroretinograma (ERG). Este examen se realiza con el perro recibiendo estímulos de color por separado en cada ojo. Rayas blancas estimulan los conos y retinas; El azul, que estimula solamente las barras y los rojos, sólo los conos. Este examen se lleva a cabo necesariamente por un veterinario especializado.

No tiene ningún tratamiento, aunque hay estudios que sugieren el uso de terapias con vitaminas, así como utilizan por los seres humanos sufren de retinosis pigmentaria.

 

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