África, esa tierra indómita en la que habitan algunos de los animales más famosos de Planeta, es también la cuna de una enorme gran cantidad de especies que han quedado eclipsadas por la fama de ese pequeño grupo formado por leones, cebras, jirafas, hipopótamos y elefantes. Precisamente son estos últimos, los que han servido como inspiración para formar parte del nombre común, a una de las familias de mamíferos más curiosas del continente africano: las Musarañas Elefante.
Unos animales, que se encuentran extendidos por gran parte de África, que pueden adaptarse a cualquier tipo de hábitat y en las que destaca un alargado apéndice nasal en forma de tropa (de ahí lo de elefante), el cual pueden usar para husmear en todas las direcciones posibles y por ser de un tamaño bastante más grande que sus congéneres.
Y es que, a diferencia de las pequeñas musarañas que pueblan los bosques europeos o asiáticos, las Musarañas elefantes pueden llegar a crecer hasta la sorprendente medida de entre 10 y 31 cm de largo, sin contar su enorme cola que puede llegar a ser casi tan larga como su propio cuerpo.
De hábitos diurnos, que tan solo cambian cuando las temperaturas marcan su picos más altos de calor o alguno de sus depredadores se encuentra acechándolos, viven en pequeños escondites naturales o antiguas moradas de otros roedores, puesto que son totalmente incapaces para crear sus propios refugios. Unos refugios suelen compartir con sus parejas y que están situados cercanos a su territorio de caza, el cual pueden llegar a compartir con otras Musarañas elefante.
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