Reproducción sin macho o partenogénesis

La llamada partenogénesis es una de las formas de reproducción que podemos encontrar en la naturaleza. Está basada en el desarrollo de las células sexuales femeninas (u óvulos) cuando estas no han sido fecundadas mediante las células sexuales del macho.

Esta clase de reproducción se da, de manera relativamente frecuente, en insectos, reptiles, crustáceos y anfibios, entre otros. De manera algo más rara, la partenogénesis también puede ocurrir en peces o aves. Uno de los ejemplos más comunes de la partenogénesis se da en las gallinas, las cuales ponen huevos aún sin tener contacto con un gallo.

La comunidad científica aún no ha decidido si clasificarla como reproducción sexual o asexual ya que, aunque es cierto que interviene el gameto femenino, no llega a ocurrir la fusión entre los gametos de ambos sexos.

Vamos a ser un poco más explicativos. La partenogénesis consiste en la segmentación de un óvulo no fecundado, la cual puede ser activada por factores ambientales y químicos del entorno. El resultado de este proceso se llama partenote, y está formado únicamente por cromosomas femeninos.

Dependiendo de la existencia (o no) del proceso de meiosis, se distinguen dos tipos de partenogénesis: Ameiótica y meiótica.

En la partenogénesis ameiótica no se da el proceso de meiosis, por lo que el huevo resultante del proceso es diploide. Este tipo se da en crustáceos, insectos y anfibios entre otros.

En la partenogénesis meiótica sí se lleva a cabo una meiosis, dando lugar a huevos haploides. Este tipo se da en anélidos, peces, anfibios y reptiles.

En la naturaleza, dependiendo del tipo de partenogénesis que se dé, los individuos resultantes de ella pueden ser machos o hembras. Por ejemplo, en algunas especies de abejas, la partenogénesis es haploide y sólo genera machos. Por otro lado, en algunas especies de insectos palos, la partenogénesis sólo da lugar a hembras.