Turritopsis nutricula, la medusa inmortal

La especie Turritopsis nutricula, perteneciente al grupo de los hidrozoos, es el único animal biológicamente inmortal del planeta. La razón de la inmortalidad de esta especie de medusa es su capacidad de reversión a pólipo una vez que la forma de medusa se ha convertido en adulto y está lista para reproducirse.

La Turritopsis nutricula es la única especie capaz de pasar de un estado adulto y sexualmente activo a un estado de pólipo, es decir, convertirse en colonial, inmóvil e inmaduro sexualmente. La inmortalidad de esta especie de medusa se encuentra en un proceso de transdiferenciación celular, lo que viene significando que sus células se “rejuvenecen” y se transforman en las células que tuvo en su estadío de juventud.

Ya que T. nutricula es capaz de llevar a cabo este “rejuvenecimiento” celular tantas veces como quiera (o necesite), podemos afirmar que es biológicamente inmortal e incapaz de llegar al final de su estado adulto.

Aunque T. nutricula es originaria de los mares del Caribe, actualmente se encuentra distribuida por los mares de todo el mundo. Presenta unos 4 ó 5 mm de diámetro, tiene una alta figura y una forma acampanada. Sus paredes, uniformes y estrechas, encierran un gran estómago. En su juventud, estas medusas siempre poseen 8 tentáculos, aunque en su estado adulto pueden presentar hasta 90 tentáculos.

Esta capacidad regeneradora única de Turritopsis nutricula ya ha sido estudiada de manera exhaustiva por la comunidad científica, quienes intentan poder aplicar está característica a medicamentos regenerativos mucho más eficientes que los actuales. Lejos de la belleza como objetivo, la principal meta de estas investigaciones es poder luchar contra enfermedades degenerativas como el cáncer o el Alzheimer.

Aunque, como con todo, existen excepciones. Como bien hemos dicho anteriormente, T. nutricola es biológicamente inmortal, aunque es posible que llegue su muerte por parte de un depredador o de una enfermedad mortal.